Argentina se plantó en la final del Mundial gracias a las tandas de
penaltis con las que eliminó a Yugoslavia e Italia y a un portero
milagroso que parecía imbatible desde los once metros; Sergio Javier
Goycochea, que pasó a ser titular después de la gravísima lesión del
portero titular Pumpido, se convirtió en el héroe de Argentina durante
el torneo.
En cuartos de final, Argentina y Yugoslavia se lo jugaron todo en los
penaltis tras acabar la prórroga con empate a cero. Maradona falló el
tercer lanzamiento de la albicelete pero Goycochea mientras iba hacia a
la portería se cruzó con el Pelusa y le gritó: “Quédate tranquilo,
monstruo, que atajo los dos”. Así fue. Goycoechea detuvo los penaltis de
Brnovic y Hadzibegic.
En semifinales se volvió a repetir la historia. Goycochea fue un muro
en la tanda de penaltis. El portero argentino paró los lanzamientos de
Donadoni y Serena y clasificó a la albiceleste para la gran final.
Cuentan que Goycochea realizaba un curioso ritual antes de cada tanda
de penaltis. El portero argentino, hacía que sus compañeros le rodearan
por completo para agacharse y orinar en el centro del rondo.
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