En esta entrada de blog, hablaremos sobre la importancia del diseño y orientación de una sesión de trabajo a la hora de trabajar con nuestros porteros. Para ello, es muy importante que reflexionemos y demos sentido a dicha sesión, planificándola teniendo en cuenta todos los matices que la implican, y ello nos dará una sesión de calidad.
Para empezar con
la sesión de trabajo, debemos diseñar un buen calentamiento. El calentamiento
irá enfocado a los contenidos de trabajo que vamos a ejercer en dicha sesión, y
el objetivo principal del calentamiento, es la preparación fisiológica y
psicológica de los porteros. Ello provocará que aumente su temperatura
corporal, y con ello, que estén preparados para el trabajo a realizar
posteriormente. Al calentamiento le podemos introducir un gesto coordinativo, y
además una acción técnica defensiva con baja dificultad y con baja intensidad,
o le podemos introducir una acción ofensiva como máximo de 10 metros, o le
podemos introducir una acción táctica. Dentro de ese objetivo con menos
intensidad y con menos dificultad, ya podemos trabajar.
Una vez que
tengamos la primera parte diseñada, en este caso del calentamiento, ya podemos utilizar situaciones donde los
porteros tengan que percibir y decidir, además de ir aumentando la intensidad
en las tareas. Pueden ser tareas semejantes al calentamiento, pero un poco más
intensas. ¿Qué podemos hacer más? Como nuestros porteros ya han movido y han
aumentado la temperatura corporal, ya pueden empezar a caer. Es muy importante,
trabajar todavía a distancias cortas los contenidos ofensivos, porque después
de 5,6, 7 minutos de calentamiento, los porteros no están adecuados aún para
hacer un golpeo máximo, cosa que no quiere decir que no puedan golpear, sino
que se aconseja ejecutar desde una distancia donde los obligue a una dificultad
muscular, sin riesgo de lesionar.
Una vez
finalizado el calentamiento, nos centramos en la parte principal de la sesión.
Es muy importante tener claro cuál es el objetivo principal de la sesión, y el
objetivo específico que se busca con cada tarea que compone la sesión, además
del trabajo físico que queremos trabajar. Todo ello dependerá de la categoría
en la que trabajamos, pero siempre siguiendo una progresión de menor a mayor
intensidad, y una dificultad de más simple a más complejo.
El número de
repeticiones de cada tarea es un matiz muy importante a tener en cuenta. Para
ello, debemos diferenciar si queremos corregir un gesto que le implica
dificultad a nuestro portero, causa que nos hará aumentar el número de
repeticiones para que lo solvente lo antes posible o si el número de
repeticiones tiene una relación con la lógica de la tarea, y va encaminado a
cumplir con un objetivo específico.
Otro matiz
importante es el volumen de cada tarea, ya que tiene una relación muy directa
con la fatiga. Si buscamos darle calidad a la sesión de trabajo, debemos tener
en cuenta este factor. El volumen está relacionado con el número de
repeticiones, y en cada categoría es diferente. A medida que subimos de
categoría, iremos aumentando el volumen y número de repeticiones de cada tarea.
Y por último, el
tercer matiz a tener en cuenta en el diseño de una sesión; la intensidad. La intensidad que le introducimos a la acción,
provocará mayor o menor dificultad. A nuestros porteros, a la hora de trabajar,
tenemos que darle una intensidad que sea lo más parecida a la de la
competición.
Con todos estos
aspectos bien planificados y bien argumentados, podemos diseñar una sesión de
trabajo de gran calidad, siempre pensando en el equipo rival y en el sistema de
juego que es utilizado por el entrenador, en base a la filosofía del club.
Para finalizar
con la entrada de hoy, compartiré con todos/as vosotros/as, una frase que
resume todo lo anteriormente comentado, y espero que el fin de semana haya
seguido vuestras expectativas deportivas, y si no ha sido así, espero que os
haya ayudado a seguir aprendiendo y a seguir mejorando como mínimo. Un fuerte
abrazo para todos/as.
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