Debemos tener en
cuenta el comportamiento de cada portero y las edades correspondientes a su categoría, a nivel de percepción, velocidad
y trayectorias.
Si hablamos del juego aéreo con balones a la espalda: ¿Qué nos
encontramos aquí? Que el portero en edades correspondientes desde 0 a 10 años,
este cálculo de la trayectoria es defectuoso. Su primer problema es de cálculo.
El portero alevín no domina el juego aéreo, el portero benjamín no domina el
juego aéreo, por tanto no podemos querer que domine una acción como si fuera un
cadete. No calculará bien, a veces se pasará, a veces se quedará corto, no
sabrá discriminar cuando tiene ventaja respecto al balón y cuando no, al igual
que los balones a la espalda. Hay un balón a la espalda y el portero tiene que
empezar a calcular y decidir, pero en ese momento como no tiene una base
todavía a nivel de desarrollo propio (perceptivo y decisional), el portero cometerá
errores, por tanto debemos ser conscientes de que cometerá errores y que
necesita un proceso, una maduración para que eso pase para una mejora.
El portero juvenil, ya
pasa a las dudas de cuando blocar, cuando despejar, es decir, es un portero que todavía tiene
dudas en la mente sobre cuando se tiene que anticipar o no, pero si a ese
portero le sacamos todos los móviles y le golpeamos sin oposición, calculará bien.
Sin embargo, si le sacamos todos los móviles y le empezamos a lanzar con oposición,
prácticamente siempre va a cometer errores, salvo que los balones sean muy
sencillos, pero en el momento que empiezamos a cambiarle trayectorias y velocidades,
ya les vienen los problemas.
Para finalizar os dejo una frase acorde con la entrada, ya que es muy importante conocer las limitaciones de cada portero según su edad cronológica en la competición.
"Es más inteligente el que tolera que el que grita".
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