Era la 4º jornada del calcio en 2010, en la cual la Roma y el Brescia disputaban un partido muy igualada con muchas ocasiones, siendo el partido un aunténtico espectáculo.
El portero brasileño de la Roma Julio Sergio se convirtió en el triste
protagonista debido a su grave
lesión en el tobillo y a sus lágrimas de dolor durante los minutos en
los que tuvo que permanecer en el campo, ya que se habían agotado todos
los cambios.
Toda la prensa italiana recogió la fotografía del guardameta brasileño
llorando de dolor e impotencia, apoyado en los postes de la portería,
mientras se jugaban los últimos minutos de un encuentro en el que el
Roma perdió por 2-1 contra el Brescia.
El técnico romanista Claudio
Ranieri había efectuado todos los cambios y, además, el equipo se había
quedado con diez jugadores tras la expulsión del francés Philippe Mexes. Por ello, Julio Sergio se vio obligado a permanecer en su puesto
durante más de cinco minutos, a pesar de una grave torcedura en el
tobillo derecho que le producía un dolor insoportable.
El guardameta
carioca dejó el terreno de juego ayudado por los masajistas de la Roma, ya
que le era imposible caminar. Las pruebas evidenciaron una torcedura del ligamento peróneo astrágalo anterior del tobillo derecho y una infracción ósea de la región mediana del astrágalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario