A la hora de
entrenar en pretemporada con los porteros que se incorporan en la misma
categoría de un equipo, debemos tener en cuenta varios aspectos.
Quizás uno de
los más importantes sea su experiencia como portero, es decir, los años que
lleve ocupando esa posición y en qué nivel de competición, pero el fundamental,
es su zona de procedencia, es decir, su club anterior, antes de incorporarse a
nuestro club.
No es lo
mismo un portero seleccionado de miles de habitantes de una ciudad por un club,
que un portero que haya sido seleccionado en un pueblo. El portero
del pueblo, seguramente su equipo, poseerá un material escaso, muy limitado
(conos, balones y poco más), mientras que un portero de un equipo de nombre en
la ciudad, tendrá mucho más material deportivo disponible para su entrenamiento
diario.
¿Qué debemos
hacer para trabajar paralelos? Pues tener en cuenta primero al portero, verlo,
observar su nivel de inicio, y luego ya
veremos cómo organizamos unas tareas para la sesión de una manera u otra, que
se adapten a nuestros porteros. Lo que no podemos hacer, es coger y copiar entrenamientos
de Primera División, porque a lo mejor esos ejercicios no son aconsejados para
los porteros con los que trabajamos.
Debemos conocer que es lo que nos demanda nuestra
competición, ya que como mínimo siempre nos demanda cuatro o cinco ítems que
tenemos que tener claros, y a partir de esos ítems, planificar, para saber
porque organizo una tarea, para saber porque organizo una semana, para saber
porque organizo un mes, y para saber que hago desde la pretemporada hasta el
último día del entreno, pero siempre adaptado al nivel de nuestros porteros y a
la competición.
Para finalizar, os dejo la frase con la que siempre
me gusta concluir la entrada:
"Los buenos entrenadores
de porteros son caros, pero los malos, lo son todavía más”.
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