La intervención
del entrenador de porteros, juega un papel clave en el establecimiento de
relaciones con sus porteros. Su responsabilidad para
intervenir en las correcciones en el entrenamiento, es
absolutamente esencial en el proceso
de enseñanza-aprendizaje y se
revela como la clave para que el
comportamiento deseado del portero, pueda ser logrado. Esta intervención debe guiarse por una sensibilidad y unos conocimientos que
permitan una retroalimentación
individualizada y ajustada a lo que
cada portero necesita. Para ello, debemos comprender que cada portero es distinto, que cada
portero está en un nivel, y tiene sus exigencias y sus preocupaciones, y como
tal, tenemos que tratarlos.
Saber mencionar
el cómo, el cuándo, el por qué y para quién
va dirigido el diálogo en cada situación de entrenamiento,
evoca una intervención exitosa por parte del entrenador de porteros. Además, afianza una capacidad para decir lo
que es apropiado, en el momento adecuado, con una explicación lógica, a cada uno de los porteros, ya que es lo que
necesita escuchar el portero en ese determinado momento para incorporar dicha información y rectificar
la anterior.
La capacidad de
transmitir y motivar a cada uno de los porteros con los que trabaja de una
manera que ellos necesitan, hace reconocer la excelencia y competencia como
entrenador de porteros, además de obtener un seguimiento y unas creencias en
los diálogos establecidos. Debe guiar al portero hacia una eficacia absoluta y debe promover la creación de unas intenciones específicas de comportamiento.
No hay duda de
que el entrenador de porteros, debe
ser capaz de intervenir en el momento correcto y cuando sea esencial. Por lo tanto, hay varios momentos para intervenir y algunos momentos, son más precisos que
otros, ya que hay veces en que los porteros cometen
errores o acciones mal interpretadas, que deben ser inmediatamente corregidas,
y otros momentos en los cuales, los porteros se encuentran cabizbajos o
encerrados en sus ideas y no son los momentos más adecuados para intentar
llegar a un acuerdo.
Como conclusión, podríamos decir que los porteros, se dan cuenta cuando no son capaces de realizar lo que el entrenador de porteros quiere de ellos y cuando son capaces de detectar el problema, piden ayuda para superarlo. Esto, es lo que hace que los lleve a tener éxito; la humildad y las ganas de aprender de la mano por parte de ambos (entrenador de porteros y portero). Por tanto, el entrenador de porteros, debe buscar la excelencia en cada acción de cada tarea que conforma el entrenamiento, para ayudar a sus porteros y aprender de ellos, ya que será crucial para lograr una mejora individual en lo que respecta a la evolución del trabajo de forma conjunta.
Para finalizar, como suelo realizar semanalmente con todos/as vosotros/as, mis lectores, compartiré una frase que recoge y a la vez resume, todo lo anteriormente plasmado. Espero que en cada entrenamiento, estéis repletos de positividad y entusiasmo y vayáis a trabajar con la mayor de las mayores ilusiones posibles, ya que sino, iréis a trabajar por compromiso y no aparecerá el éxito. Un abrazo muy fuerte.
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