Los seres humanos, somos personas
con una gran capacidad de evaluar todo lo que sucede. Si nos adentramos en el
ámbito deportivo y más concretamente en el portero de fútbol, podemos apreciar
que mientras el portero está escuchando u observando lo que sucede en cada
acción del partido, está almacenando una información.
Los factores externos como pueden
ser los titulares de prensa, problemas familiares, o recibir críticas de los
aficionados, pueden repercutir de manera
directa en la actuación de un portero, ya que afecta a su fuerza e inteligencia
emocional. Es una acción inconsciente, que el portero no puede dejar de
hacerla, ya que la realiza de forma natural. Cada portero, evalúa e interpreta de
forma diferente cada problema que sucede, dependiendo de su experiencia como
portero.
Pongamos un ejemplo: hay partidos concretos a lo largo de la temporada, en los cuales, los
porteros reciben cierta presión mediática por errores cometidos en jornadas
anteriores, o en momentos puntuales de partido, lo que provoca que se transmita
a los aficionados y se escuche el run run en la grada. Los entrenadores de porteros, tenemos la obligación
de preparar al portero especialmente para las distintas situaciones de partido
que se le presenten.
El portero,
dentro de sus características psicológicas, debe ser mentalmente muy fuerte y
mostrar un equilibrio emocional, aparte de tener una gran capacidad de motivación
interna que le ayude a mantenerse todo el partido al más alto nivel. Para ello,
su estructura mental, debe estar preparada para admitir los errores cometidos y
soportar las críticas.
Además, debe
mostrar seguridad en sí mismo y ser humilde para poder modificar aquellos impedimentos
que le puedan hacer mejorar. Todo esto, es lo que hará que el día a día de
trabajo, le lleve a alcanzar ser el perfil de portero que necesita el club.
Para ello, es muy importante que el entrenador de porteros, respete la conducta
de cada portero, además de su concepción ideológica, ya que estará influenciado
por sus aspectos culturales y por las experiencias personales vividas en su
carrera deportiva.
Para que los
porteros puedan mejorar, el entrenador de porteros les debe ayudar a que sean
conscientes de que con el trabajo que realizarán cada día, adquirirán unos
conceptos claves que les ayudarán a mejorar de forma recíproca. Para ello, entrenador
de porteros y sus porteros, deberán ser flexibles y adoptar una apertura
mental, ya que si cada uno tiene una visión diferente en lo que respecta al
entrenamiento, será muy difícil llegar a un entendimiento y a una mejora. Ello,
nos ayudará a consensuar mejor el trabajo y ponerlo en práctica para ver si es
eficaz. Para comprenderlo mejor, podríamos decir que lo que dictatoriemos entre
todos, con un cierto sentido, será la clave de nuestra salud emocional.
Como conclusión, podemos decir
que la actuación de un portero, adentrándonos en el aspecto mental, dependerá
de sus pensamientos, y que para ser un portero fuerte a nivel emocional, es
clave controlar sus propios pensamientos. Para evitar tener unas creencias
irracionales (exageraciones de la realidad), debemos aprender a evaluar cada acción
de entrenamiento o de partido, en base a unos criterios constructivos y
objetivos. Ello nos ayudará a resolver los problemas planteados y evitar un
malestar emocional.
Para concluir con la entrada, compartiré con todos/as vosotros/as una frase que resume todo lo anteriormente comentado. Muchas gracias por vuestras visitas diarias y por vuestros comentarios de afecto. Un abrazo muy fuerte.
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