El concepto de
especificidad, es único para cada equipo y refleja una cierta manera de
entrenar y jugar. Además, es muy importante para los principios y subprincipios
de todos los momentos de juego. La noción de la especificidad, es esencial para
la construcción de un estilo de juego coherente y la identificación de un
equipo, por tanto, debe estar siempre presente.
Si nos adentramos
y nos referimos al entrenamiento del portero en cuanto a la especificidad,
debemos saber que los objetivos que se pretenden desde la formación del joven
portero, son promover la adquisición de comportamientos únicos, para
identificar al portero como pretender que juegue con el equipo. El portero,
debe recibir una información eficaz por parte de su entrenador de porteros, sobre
las distintas variables que se va a encontrar en cada tarea de entrenamiento o partido.
La variabilidad y
la incertidumbre en cada tarea de entrenamiento, nos puede ayudar a obtener una
gran evolución en el portero, si desde el proceso de formación, lo tenemos en
cuenta. Si el portero sabe como su equipo debe tratar de conseguir robar el
balón, o como debe jugar en la salida de balón desde atrás, estamos hablando de
un aprendizaje intrínseco del equipo, y de una capacitación grupal, para que el
éxito pueda surgir con mayor frecuencia, es decir, las acciones defensivas y ofensivas
del portero, quedan perfectamente encuadradas en el juego colectivo del equipo.
La especificidad del comportamiento colectivo es tan importante como la
especificidad de las técnicas defensivas y ofensivas del portero, porque el
portero, está encuadrado dentro del juego colectivo, con unas características
diferentes, pero es uno más dentro del equipo. Para ello,
debemos diseñar ejercicios relacionados con el estilo de juego del equipo, en
los cuales, se produzcan acciones reales de competición, las cuales nos sirvan
como retroalimentación para poder evolucionar. Dicha especificidad, debe estar
presente en el modelo de juego del equipo desde el primer día de pretemporada,
para tener un modelo de juego lo más pronto posible estructurado y mecanizado.
Como conclusión,
para terminar de abordar el desarrollo de este artículo, podemos decir que la
especificidad de un modelo de juego de un equipo, es transversal a todos sus
jugadores en todos los niveles de formación, y ello permite la evolución y el
desarrollo de un portero, integrado y siendo partícipe en un modelo de juego,
además de la creación de una cultura deportiva en el propio club.
Para terminar, como
realizo asiduamente, me gustaría compartir con todos/as vosotros/as, una frase,
que recoge todo lo anteriormente comentado. Espero que el trabajo esté dando
sus frutos y que os estén respetando las lesiones. Un abrazo muy fuerte.
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