Era un partido de cuartos de
final de la Copa del Mundo de selecciones nacionales entre Alemania y
Argentina, pero seguramente, pocos se fijaron en el suceso que influyó
directamente en el resultado de dicho partido. Mientras el equipo alemán estaba
preparando los penaltis, el entrenador de porteros Koepke, le entregó un pedazo
de papel a Lehmann. En ese papel, estaban escritos los nombres de los jugadores
argentinos que tirarían los penaltis y la dirección hacia la que solían
ejecutarlos.
Lehmann observando el papel con los lanzadores |
A Lehmann se le dijo quien tiraba
normalmente los penaltis del equipo argentino, y le mostraron vídeos de todos
los penaltis lanzados por jugadores argentinos en los últimos dos años, siendo
la mayoría de los análisis realizados por Urs Siegenthaler, un scouting suizo
contratado por el técnico alemán Juergen Klinsmann.
Lehmann abandonó el estadio a
toda prisa después del partido y no comentó nada acerca del pedazo de
papel. Lehmann fue nombrado titular por
Klinsmann por encima de Oliver Kahn, uno de los referentes de la selección en
la última década. La decisión no le sentó bien a Kahn, quien expresó días después
su enfado por ser suplente. Pero antes de los penaltis, Kahn se acercó a Lehmann,
le agarró la mano, le dijo algunas palabras y le dio una palmada. Después del
desenlace, ambos se abrazaron.
Con esto a la vista, pocos podrán decir que los penaltis son una lotería. Más bien, desde la óptica alemana, se trata de una variante más a ser analizada como corresponde por los técnicos. Y más si se trata de una Copa del Mundo.
Con esto a la vista, pocos podrán decir que los penaltis son una lotería. Más bien, desde la óptica alemana, se trata de una variante más a ser analizada como corresponde por los técnicos. Y más si se trata de una Copa del Mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario