La Liga ha estado huérfana de Iker Casillas demasiado tiempo. 473 días para
ser exactos. Pero esta noche acaba la sequía. El Real Madrid saltará a Zorrilla
con el número 1 en la portería, que disputará su decimoquinta temporada
consecutiva en la competición nacional.
El 20 de enero de 2013 Casillas jugaba su último encuentro liguero en
Mestalla, ganaba 0-5 y tres días después una patada involuntaria de Arbeloa en
la mano en el mismo escenario le dejaba fuera de combate. El resto es conocido.
Los últimos coletazos del régimen de José Mourinho en el Madrid le dejaron
fuera y Ancelotti apostó a su llegada por una rotación en la portería en la que
Diego López sería el titular de la Liga.
A Iker le quedaron entonces dos competiciones, un máximo de 22 partidos por
jugar en toda la temporada y una promesa de Carletto: «Si llegamos a la final
de la Champions, Casillas podría jugar en Liga para no perder ritmo». Llegado
mayo, ha ganado la Copa, se ha clasificado para la finalísima de Lisboa y ha
conseguido dos bolas extra a gastar en Liga, contra Valladolid y Espanyol.
Los 24 partidos que va a disputar este curso son la cifra más baja de su
historia, pero los números que presenta son los mejores de su carrera. Ha
encajado 9 goles en 21 partidos, es decir, un promedio de 0.43 goles encajados
por encuentro. O lo que es lo mismo, los rivales necesitan más de dos partidos
para marcarle un tanto. Y en 14 de esos 21 partidos ha acabado imbatido.
Fuente: www.marca.com
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