En la entrada del blog de hoy,
hablaremos sobre el feeling entre el portero y su entrenador de porteros.
Utilizamos la palabra feeling, porque hay momentos previos a un partido, en los
cuales la relación entrenador de porteros y portero, brillan por encima de
todo.
En muchas ocasiones, actualmente
cada día son menos, sobretodo en equipos amateur e incluso en algunos equipos profesionales
de categorías inferiores o senior que no se pueden permitir contratar a un
entrenador de porteros, podemos observar como personas ajenas al mundo de la portería,
calientan al portero antes de jugar; aquí incluimos también a los jugadores de
su equipo.
Debemos evitar que sucedan estas
cosas. La mejor forma de calentar a un portero antes de un partido, es trabajar
con una persona que tenga o haya tenido experiencia como portero algún tiempo, bien
sea el portero suplente o el entrenador de porteros, ya que el hecho de que
golpee otra persona ajena al puesto de entrenador de porteros o al portero
suplente, implica que disparen a portería buscando marcar todos los goles de
cada disparo, en lugar de calentar al portero y activarlo físicamente y
mentalmente de cara al partido de forma óptima. A la hora de golpear a portería
en un calentamiento, se deben tener en cuenta matices muy importantes como el
tiempo de recuperación entre ejercicios y un número de repeticiones bajas para
no agotar al portero, además de simular acciones reales de partido a la hora de
golpear el balón desde diferentes zonas como el portero se va a encontrar en
esa categoría.
Personalmente, he visto a ex
jugadores profesionales con demarcación de atacante, ejercer momentáneamente
como entrenadores de porteros en el calentamiento previo a un partido, y calentar
a los porteros golpeándole a portería 30 disparos sin tener en cuenta las
limitaciones del portero y lo peor de todo; haciendo 25 goles. Con ello, conseguimos que
el portero pierda la confianza de cara al partido. La persona encargada de
patear el balón, se vio inspirada porque anotó 25 goles, demostrando su buena
puntería, pero al portero le quitó la ilusión y ganas de jugar como portero.
Por tanto, como entrenador de
porteros, debemos saber que el portero ya está con una cierta presión antes del
partido como para que encima la aumentemos retándolo en el calentamiento. El calentamiento
debe ser limpio buscando siempre aumentar la confianza de nuestro portero. El portero
debe activarse con balones pateados con precisión y con la velocidad adecuada que
lo implique de cara al partido.
En definitiva, el entrenador de porteros debe estar en total sintonía con su portero, y debe evitar que haya ningún tipo de contratiempo previo y post al partido. Una vez que el calentamiento ha finalizado, debemos entender que el portero necesita un rato de soledad para dedicarlo a sus reflexiones y pensamientos, por tanto, debemos evitar elevar el nerviosismo o ansiedad dándole consejos que lo puedan bloquear. Simplemente, comunicándole cualquier matiz que sea imprescindible y de una manera apropiada, breve y concisa, es suficiente para ayudarle a actuar de la mejor manera posible.
Para finalizar con la entrada de hoy, compartiré con todos/as vosotros/as una frase acorde con todo lo anteriormente comentado. Muchas gracias por vuestras visitas, ya que son el timón de este blog para que pueda seguir en buena dirección. Un fuerte abrazo.
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