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miércoles, 9 de octubre de 2013

LA OBSERVACIÓN PSICOLÓGICA DEL ENTRENADOR DE PORTEROS





Un entrenador de porteros, debe observar de cerca en la práctica y las situaciones de juego, como interactúa un portero con sus compañeros y como emplea sus herramientas psicológicas jugando. El lenguaje corporal del portero dictamina todo lo anterior comentado. No podemos permitir que un portero al cometer un error en un partido, se decepcione después de que la pelota entra en la red de la portería. 

Está claro que los errores se quedan en nuestra cabeza, pero tienes que ser fuerte y hacer que te afecte lo menos posible. Debemos tener claro que un portero es un jugador profesional que está practicando un deporte que se mide por aciertos y errores, y debe saber que alguna vez le tocará fallar, sólo hay que intentar que sean las menos posibles y, sobre todo, que nos afecte lo menos posible.

Para ello, debemos observar su actitud después del gol, y leer sus expresiones una vez que el partido se ha reanudado. El portero demuestra ansiedad y frustración si permanece tímidamente sobre la línea de gol en portería con una postura encorvada, fruto de la falta de motivación y confianza en él mismo. No podemos permitir que un portero tenga esta actitud, ya que deberá actuar en siguientes jugadas y deberá demostrar su valía.

Al contrario, el portero debe estar ansioso y con muchas ganas de jugar en la portería después de cometer un error. Para ello, debemos trabajar con ellos la psicología que les refuerce y que adquieran la capacidad para recuperarse de los contratiempos. El portero debe coger la pelota rápidamente de la red y lanzarla hacia adelante, aplaudiendo para indicarles a sus compañeros que su error no significa ser una catástrofe, sino que tiene seguridad en él mismo y eso no volverá a suceder.

Es muy importante cuando se pueda entablar conversación con el portero, bien en el descanso o al final del partido, observarlo y escuchar lo que nos dice a nosotros como entrenador suyo y a los compañeros de su equipo después de su mala actuación. Si vemos que el portero no está centrado y que su pensamiento es diferente al de sus compañeros, algo va mal. El portero está expresando que tiene una preocupación interna y que está renunciando temporalmente a alcanzar sus objetivos.

Un portero nervioso y sin calma, no será capaz de manejar la situación y no podrá realizar un buen trabajo en portería. Es imprescindible para un equipo, un portero que tenga buena fortaleza mental para sobreponerse de su error, necesaria para ordenar y mandar lo que resta en cada acción defensiva y ofensiva de partido, en la organización de las acciones a su línea defensiva.

Para finalizar, me gustaría compartir con todos vosotros/as una frase que se asemeja en significado a la entrada del blog. 

En este mundo no es necesario hablar, sólo observar, ya que quien es observador, lleva un maestro consigo

1 comentario:

  1. Una vez más quedan al descubierto la cantidad de variables psicológicas que afectan al adecuado rendimiento deportivo que no deben pasar desapercibidas. Entrenar la mente para lograr fortaleza mental es uno de los retos a los que se enfrenta más que nunca el deporte.

    @YolandaCuAy

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