El 4 de Mayo de 1949, el Torino italiano regresaba de una gira por
Europa con final en Lisboa. En la ciudad lisboeta se celebró un partido homenaje al
jugador portugués Francisco Ferreira.
La tragedia ocurrió a las 17:35 horas cuando el avión de Alitalia
pilotado por el Comandante Meroni en el que regresaban, a consecuencia
de la lluvia y la niebla realizo una extraña maniobra y choco contra la
cúpula de la Basílica de Superga, situada a seiscientos metros en una
colina en las inmediaciones de Turín.
Treinta y un personas murieron en
aquel fatídico accidente. La tragedia conmociono el fútbol mundial y en
especial el italiano ya que el Torino era el equipo de moda por su
fenomenal estado de forma y juego. En aquel avión viajaban dos porteros de los tres que tenía la escuadra: Valerio Bacigalupo y Dino Ballarin.
Dino Ballarin era el tercer portero del equipo y como tal no disponía de oportunidades para poder jugar, pero en aquella escuadra también jugaba de defensa su hermano Aldo, ya veterano en el equipo y curtido en mil batallas.
Aldo consiguió convencer al entrenador y a la
directiva para que en aquella gira llevaran a su hermano Dino por su
abnegación y sacrificio en los entrenamientos en lugar del otro
guardameta que en teoría tenia que viajar en aquella gira. A Renato Gandolfi esta decisión no le sentó nada bien, pero le salvo la vida al no encontrarse en aquel avión. Su hora aun no había llegado. Aldo sin saberlo condeno a su hermano y salvo a Renato.
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