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jueves, 19 de diciembre de 2013

MANOLO SUPERÓ A DINO ZOFF EL RÉCORD DE MINUTOS COMO PORTERO IMBATIDO


Manolo López Santana, conocido futbolísicamente como Manolo o el Gato de Arucas y recordado por muchos por ser el portero del Tenerife (sustituyó en el minuto 23 a Agustín, lesionado) en la remontada al Real Madrid en el último partido de Liga, en la 1991-1992, puede presumir de algo de lo que casi ningún futbolista osa. Ha sido capitán de Las Palmas y Tenerife, y aunque hoy declara que su único club es el amarillo, dejó también muy buen recuerdo en el equipo rival canario.

Nueve años en el primer equipo de Las Palmas y cinco en el del Tenerife dan para mucho, pero aquí nos vamos a quedar con una anécdota de su trayectoria que sucedió precisamente en el impás de pasar de una isla a otra, en el único otro equipo en el que militó: el Ceuta.

Tras ocho campañas de amarillo (la novena fue la última de su trayectoria, después de su paso por Tenerife), un cambio en la presidencia de la U.D dejó al guardameta con una propuesta de renovación no a la altura de lo que él esperaba. Tal era, que Manolo prefirió bajar a jugar a Segunda B que quedarse en Segunda (Las Palmas descendió en la 87-88) defendiendo una vez más al equipo de su vida.

La suerte se alió con él y su comienzo de temporada 88-89 fue espectacular. Acumuló partidos imbatido, uno tras otro, y su gesta iba llamando la atención de los medios de comunicación nacionales. Ocho, nueve, diez partidos... sin recibir un gol. Equipos hoy de Primera como Levante, Villarreal o Granada, entonces en el Grupo IV de 2ªB no tocaron red ante Manolo.

Jaime Huguet, portero del Logroñés, hasta ese momento poseedor del récord nacional con 810 minutos (9 partidos), ya era historia. La meta por la que la atención mediática estaba puesta en Ceuta era la posibilidad de superar la marca del legendario portero italiano Dino Zoff, inexpugnable en los partidos internacionales de su selección desde septiembre de 1972 a junio de 1974. Un total de 1.143 minutos era su registro.

Al decimocuarto encuentro, contra la Balompédica Linense y llevándose ya disputados 57 minutos del mismo, un defensor del Ceuta introducía el balón en su meta (eso dicen todas las crónicas, aunque parece que lo mete el delantero rival). Su registro se detenía en 1.223 minutos, 80 más que el italiano. La noticia hizo eco internacional.

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