El portero, dependiendo de la categoría en la que se encuentra, deberá trabajar el juego aéreo en mayor o menor proporción y de forma diferente acorde a su estructura corporal. Lo normal, es que los porteros a partir de alevines, trabajen el juego aéreo, pero se deberá trabajar en menor volumen que por ejemplo un cadete, y ese trabajo del juego aéreo será bastante diferente.
¿Por qué?
Porque el portero en alevines, a lo mejor lo que nos interesa es que
aprenda a capturar trayectorias, y porque ese proceso de capturar trayectorias,
por su evolución tiene muchos problemas.
Además, es un riesgo pedirle que despeje a
un puño, porque óseamente no está estructurado todavía, y le podemos provocar
lesiones, en la fractura de tallo verde con lesión de muñeca.
La mayoría de las lesiones de los porteros vienen por una
falta de estructura ósea, provocando una lesión de muñeca por despeje de un
puño o por acciones de desvío, generado por el impacto que recibe la mano sobre
el balón, que genera mayor fuerza el balón, que la que puede producir el golpe.
Entonces si obligamos a un portero alevín a trabajar despejando con un puño, si
cogemos un balón de fútbol 11, lo estamos acercando a provocarle una
lesión. Eso que quiere decir que ¿no lo podemos trabajar? Sí que lo podemos
trabajar, pero no apto con un balón de fútbol 11, sino con un balón de
voleibol, un balón de espuma, un balón de plástico, ya que nos interesa que lo
trabaje porque el portero va más avanzado y tiene más capacidad que los otros
alevines.
Como modo de conclusión, debemos planificar por categoría, y en función del portero, vamos ajustando detalles.
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