Hoy hablaremos de las salidas de los porteros, esas
acciones que tanto daño nos hacen, y sobre todo nos acarrea un nerviosismo, que
se transmite a la grada y a los compañeros del equipo, ya que muchas veces preferimos
quedarnos bajo palos.
Debemos hacer reflexionar al portero de dicha acción, que
sea consciente de los beneficios que se pueden adquirir con la mejora y
valentía que le compete, ya que se puede ayudar al equipo en la salida ofensiva
y dar más seguridad en el juego aéreo.
El portero debe absorber lo más rápido esta situación,
para analizarla con frialdad y sobreponerse a sus errores en el menor tiempo
posible.
Si un portero juega debajo del larguero, nunca llegará a
los cruces ni cortará balones, además de cubrir menos ángulo en los tiros desde
fuera del área.
En cuanto a
las salidas en el uno contra uno, el portero debe salir con decisión, pendiente
siempre del balón, y no vencerse rápido cayendo al suelo con los movimientos
del jugador atacante. Debemos visualizar en la jugada, ese sentimiento de
recibir un fuertísimo golpe del balón sobre nosotros, así actuaremos con mayor
decisión positiva, sino estamos vencidos.
Por tanto,
los ejercicios en los entrenamientos que inciten a la victoria, juegan un papel
esencial en las salidas del portero debajo de los palos, ya que los obligarán e
impulsarán a realizar esfuerzos extremos y movimientos de gran calidad, que los
harán perder el miedo a salir y adaptarán estos patrones como algo dominante y
adquirido a la hora de jugar el partido.
Para
finalizar, dejo esta frase para debatir y comentar, acerca de los errores que
nos competen y que podemos mejorar con el trabajo del día a día.
“Los errores de los cocineros se
tapan con salsas, los de los arquitectos con columnas, los de los porteros con
trabajo”.
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