UN PORTERO DEBE SER SIEMPRE REFLEXIVO

En la entrada de hoy, haremos mención especial al "portero reflexivo". Decimos reflexivo, porque la gran mayoría de los porteros al entrenar, no tienen oportunidad de reflexionar acerca de lo que están trabajando y son utilizados como robots a base de órdenes y breves indicaciones.

Cuando diseñamos una sesión de entrenamiento, lo primero que realiza el entrenador de porteros es la elección de ejercicios y el material correspondiente para poder realizarlos, eligiendo siempre un material acorde con los objetivos que se pretenden mejorar en dicha sesión. Hasta aquí todo correcto, pero, ¿Reflexionamos acerca de los ejercicios realizados con el portero?

Es muy importante que los porteros cuando van a comenzar la sesión, se les explique previamente que van a realizar en la fase introductoria, cual será el principal objetivo de su mejora con dichos ejercicios y con que acciones de juego reales están relacionados cada uno, con el fin de que el portero encuentre un motivo razonable del movimiento o gesto descrito.

Otro aspecto importante a la hora de diseñar y de trabajar con los porteros, es no trabajar siguiendo un orden semanal siempre igual, es decir, entrenar siempre el mismo día de la semana, la misma temática de la sesión, sino variar el orden, teniendo en cuenta que el día antes o 2 días antes de partido si que trabajaremos siempre la coordinación y la velocidad específica, ya que la carga física será más reducida, y la recuperación será completa para la competición.

Es importante que el portero no conozca que va a trabajar, para que le pille de sorpresa y no tener asimilado que ese día trabajará como la semana pasada una temática en concreto. Tener variedad en los ejercicios, será un factor también a tener en cuenta, ya que el portero no conocerá lo que debe realizar, y su atención será total, en vez de provocar desconcentración o falta de atención, porque ya sabe en que consiste el ejercicio y la búsqueda del objetivo.

 

Por tanto, para concluir, debemos diseñar utilizando variedad en los ejercicios, para producir una mejora en cuanto a la estimulación del portero y sobretodo adaptarlo a numerosas situaciones reales de partido, en vez de adquirir patrones de movimiento por repetición siempre iguales.