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miércoles, 30 de enero de 2013

ACEPTAR LA SUPLENCIA Y ESPERAR LA OPORTUNIDAD



 

La experiencia en un portero de fútbol, es algo que se va adquiriendo con la edad, es decir, cuando un portero es mayor, suele ser más cualificado y preparado que un portero joven. Todo ello es fruto de la cantidad de partidos disputados, errores cometidos, y sobre todo la experiencia de jugar grandes partidos claves que le hagan mostrar su mejor vertiente y le asiente con la titularidad. 

Es inusual, que los porteros jóvenes se hagan con la titularidad de su equipo, exceptuando los casos de Iker Casillas, Courtois, Víctor Valdés, Asenjo y De Gea, entre algunos otros.

La media estadística para que un portero se haga con la titularidad del puesto, es a los 25 años, debido a que logra alcanzar la continuidad de partidos requeridos para estar preparado lo suficiente con una madurez que le haga aguantar la presión en grandes momentos.

La mayoría de los entrenadores, suelen valorar la experiencia de un portero como una virtud obligatoria. Suelen tener más confianza en un portero veterano, que en un portero joven, porque su experiencia, le ha hecho obtener unas competencias que el portero joven, aún no las posee.

El gran inconveniente que poseen muchos porteros jóvenes, es no admitir la suplencia como un proyecto de futuro, que tenga la oportunidad de ser titular, y suelen salir del equipo a buscar oportunidad en otro.
Es una posición muy complicada, en la que solo puede jugar uno, y en la mayoría de los equipos suele haber tres porteros. Como entrenador de porteros, debemos tranquilizar y apoyar el trabajo de los tres de manera equitativa, ayudándolo a que pueda estar preparado para jugar en cualquier momento, ya que si no difícilmente, un portero sobrevivirá en el fútbol profesional.

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