La entrada de hoy del blog, es
especial y va dedicada a todos/as aquellos/as futbolistas ciegos que trabajan
cada día con la mayor ilusión posible para conseguir sus metas. Antes de
empezar a plasmar la entrada, quería comentar que les tengo una gran admiración
y un gran respeto por el trabajo que realizan y que a lo largo de la entrada, intentaré
adentrarme lo máximo posible en base a sensaciones y experiencias comentadas
por ellos, con la información que he ido recopilando. Comento esto, porque se
quedarán con certeza atrás, matices que serán de gran importancia, pero la idea
de esta entrada, es premiar homenajeando y valorando el gran esfuerzo que
realizan, a pesar de las dificultades planteadas.
Para comenzar con la entrada,
considero que es de suma importancia, conocer la legislación y reglamentación
de este deporte: el fútbol para ciegos, es un deporte que está regido
mundialmente por la Federación Internacional de Deportes para Ciegos, y se
juega con las reglas de la FIFA para futbol sala, pero con una adaptación.
Las reglas básicas son las mismas
que las de fútbol sala, con las siguientes adaptaciones:
- Equipos: dos equipos integrados por cuatro jugadores ciegos y un portero vidente.
- Tiempos: dos tiempos de 25 minutos cada uno, con una pausa de 10 minutos.
- Terreno de juego: siempre al aire libre (por razones acústicas). Debe tener 40 metros de largo por 20 de ancho y muros en los laterales.
- Guía y orientación: El guardameta, el técnico y un guía ubicado detrás de la valla rival, tienen la función de orientar a los jugadores.
- Guardameta: no debe haber estado federado bajo la FIFA dentro de los cinco años anteriores.
- Balón de juego: posee cápsulas sonoras.
- Árbitros: hay dos árbitros, uno principal y el otro asistente.
Adentrándonos ya en lo que compete a la figura del portero, podemos decir que en el futbol para ciegos, parar el balón no es la parte más importante del juego. Como en el otro fútbol, la comunicación y la organización efectiva dentro del equipo antes de las intervenciones del portero, es lo que está en primer lugar.
El portero, es el centro de
coordinación del equipo, de modo que el enfoque total y la concentración son
esenciales en todo momento durante el partido, no solo para el propio
rendimiento, sino por razones de seguridad. La posición de portero en el fútbol
ciego, es de gran responsabilidad. El portero, no es solo responsable de su
propia actuación, sino que también debe corregir la posición de los jugadores,
la organización del equipo y la comunicación entre él y la línea defensiva.
El portero en los entrenamientos,
debe llamar al jugador para que pueda reconocer donde está ubicada la portería,
mientras que en un partido, puede haber alguien detrás de ellos llamándolos.
Las órdenes, debe ser muy básicas.
Mantener la atención en todo
momento es de suma importancia, porque el juego puede cambiar en cualquier
momento. Si el equipo que posee la posesión del balón, es decir, el equipo
atacante, pierde el balón, la prioridad será formar al equipo de nuevo,
utilizando una gran inteligencia táctica con nuestros jugadores.
Por otro lado, tras perder el
balón el equipo atacante, el portero
oponente, podría tener el balón y realizar un lanzamiento en largo hacia la
otra portería. Pensar rápido es muy importante y las instrucciones deben ser
muy claras.
En lo que respecta a los/las jugadores/as
ciegos/as, tienen un gran nivel de habilidad para dibujar más o menos una
imagen en la cabeza que les ayude a saber donde y cuando deben disparar, algo
que es de admirar y de respetar brutalmente. La velocidad del pensamiento y la
habilidad de manejo del balón son impresionantes. Golpean con una calidad
increíble sin tener nada de visión.
Además, su cabeza mira hacia
abajo y el balón está entre sus pies. Los futbolistas ciegos, disparan cuando
el balón está en su control, ya que si el balón está lejos, pierden el enfoque
y la consciencia del balón. Combinar todo eso a la hora de disparar junto al
movimiento del pie, hace que el portero se desubique por completo a la hora de
la elección de la trayectoria del balón por parte del jugador/a atacante.
Por eso, es de suma importancia
la posición básica que debe adoptar el portero. Debe adoptar una posición que
le permita tener una buena perspectiva de movimiento para actuar rápido hacia
arriba, abajo, izquierda o derecha, todo ello con una buena estabilidad,
coordinación y velocidad. Al contrario que en el fútbol vidente, en el fútbol
ciego, no se posee una información biomecánica clara para saber cuando alguien
está a punto de disparar.
El portero debe adoptar una
posición fijada y baja, para no ser demasiado lento y no estar ubicado con una
gran verticalidad en la postura corporal. Por otro lado, el balón es muy pesado
y es de tamaño 3. Además el portero lleva una ropa protectora, lo que le afecta
en sus movimientos.
Como conclusión, podríamos decir
que ser deportista invidente en general, conlleva unas ciertas y serias
responsabilidades y habilidades que se merecen una gran admiración y respeto. Solo
ellos/as, saben lo que se siente en el interior de una persona con problemas
visuales, y eso, es lo que les hace ser mágicos, diferentes a las demás
personas.
Para finalizar, compartiré con
todos/as vosotros/as una frase que recoge todo lo anteriormente comentado. Un
abrazo muy fuerte para todos/as.
“No importa si eres invidente,
levántate cada mañana y prepárate para emitir la luz. Los que no están ciegos,
verán tu brillo y se maravillarán con él”.
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