Los porteros
no acostumbran a tener que verse en la situación de tener que meter
goles, ya que su labor es todo lo contrario, pararlos. Sin embargo, hay
excepciones que demuestran que los porteros también tienen el poder de anotar goles si su equipo lo requiere.
Los ejemplos
del fútbol sevillano son Toni Prats y Andrés Palop.
Comencemos por Toni Prats. Temporada 1999-2000. El equipo del barrio de
Heliópolis se marcha a Segunda tras una desastrosa temporada en la que
es el conjunto menos realizador de toda la categoría con sólo 33 goles.
En esta faceta realizadora, uno se pone a buscar datos y se encuentra con que Toni Prats hizo tantos goles como Oli y Gálvez juntos, es decir, dos. De acuerdo a dichos datos, los dos goles fueron de falta.
El primero
fue contra el Atlético de Madrid, en la jornada 8 en feudo bético. Los
colchoneros se habían adelantado con gol de Solari en el minuto 5, y
Prats tenía opción para tirar una falta.
La lanzó rasa, y tras golpear en Hasselbaink, el balón fue a las mallas
de la portería de Molina. Tras este gol, hubo otro de Finidi para la victoria verdiblanca
por 2-1.
El 2º gol
fue en la 2ª vuelta contra el Madrid en el Bernabéu, en una derrota por
2-1 del Betis. Prats fue el autor de un gol de falta ajustada al palo
ante el que no fue capaz de hacer nada un joven Iker Casillas.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de Toni Prats en ambas porterías,
el equipo descendió junto a Sevilla y Atlético.
Sigamos por
Andrés Palop. El antiguo arquero sevillista cuenta con un gol en su
historial que tiene gran peso en la victoriosa historia reciente del
Sevilla.
Temporada 2006-2007. Octavos de final de la Europa League, el partido
se acababa y el Sevilla perdía por 2-1, y se encontraba fuera de la
competición, de la que era vigente campeón (con el gol de Antonio Puerta
en el recuerdo).
Minuto 94. El Sevilla dispone de un córner a favor que va a lanzar Dani
Alves. Tras su golpeo, el balón llega a Palop, y... ¡Gol de cabeza de
Palop!
Posteriormente,
en la prórroga, Chevantón marcó el gol de la victoria (2-3), pero nunca
nadie se ha acordado del gol del uruguayo, sino del de Palop... Tiempo
después, ya saben cómo acabó el asunto de la Copa: final contra el
Español en la que Palop se erige cómo héroe sevillista al hacer varias
paradas en la tanda de penaltis.
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