Antes de nada, me gustaría comentaros que para mí es un placer escribir cada día en este blog, ya que gracias a vuestras visitas, tengo el principal y el más importante motivo por el cual escribir. Esta semana, me hubiera gustado escribir como todos las semanas suelo hacer, pero por motivos de salud no he podido, así que nunca es tarde, y me apetece hoy Viernes 31 de Enero, compartir con vosotros este artículo.
En la entrada del blog de hoy, hablaremos del entrenamiento del portero desde una perspectiva psicológica. Para empezar, lanzamos una pregunta al aire; ¿Tenemos que controlar siempre la competición de la categoría con la cual trabajamos? pues depende. Pongamos un ejemplo para una mejor comprensión; a un portero alevín, no se le puede dar ningún matiz sobre la pierna de un lanzador en un penalti, al igual que a un portero infantil. Sin embargo, a un cadete, ya le podemos dar algún pequeño matiz, y por supuesto, a un juvenil, todo tipo de matices.
Si entrenamos a un portero juvenil, debemos comprender que a la mínima que se despiste, le va a suponer un gol, por tanto, debe estar preparado y es labor nuestra explicarle los matices que necesita para su competición. ¿De que depende todo esto? de la capacidad de cada portero, el club donde entrena, la situación del entorno, la exigencia de competición, y otros aspectos, los cuales harán que el portero esté mejor o menos preparado para encarar la competicion con la máxima eficacia posible.
A la hora de trabajar en la sesión de entrenamiento, es muy importante que los contenidos que trabajemos con ellos sean de realización. Queremos que nuestros contenidos lleven como objetivo una intención y queremos darle un punto muy alto de motivación al portero y al equipo, por tanto, le ponemos puntos a su actuación, pero ojo, a veces nos podemos equivocar con esta metodología de trabajo.
Pongamos un ejemplo: Si aplicamos una tarea en la que el portero trabaja la estrategia defensiva con su linea defensiva recibiendo ayudas, al portero que le anotan gol resta un punto, y si evitan gol, suman un punto.
Se puede dar la opción de que el portero acabe el entrenamiento y llegue a casa con menos cinco puntos. Entonces, ¿lo estamos benificiando o perjudicando? Lo estamos perjudicando claramente. La tarea puede ser muy motivante, pero en su acción benificio-pérdida, corre más riesgo el perder que el ganar haciendo este tipo de tarea. Si el portero tiene una buena actuación perfecto, pero si no la tiene, no puede terminar de entrenar muy tranquilo.
Ahora viene lo más interesante; debido a la tarea anterior, podemos haberle dado al portero una carga negativa en el momento inadecuado, y eso le hace estar el día de la competición dubitativo. En una sesión de trabajo, debemos tener en cuenta por supuesto la evolución de un portero, pero también debemos tener en cuenta su psicología, porque al final, en un partido, esa decisión en un segundo de ese minuto del final de liga, puede cambiar el estado de ánimo del portero para decidir correctamente o no. Si el portero tiene confianza en un despeje de puños, dará el paso hacia adelante, pero si no lo tiene, no saldrá y seguramente le rematarán a su portería. De despejar y evitar, a rematar y hacernos gol, por ese pequeño matiz de no controlar una tarea en un entrenamiento que le pueda afectar a nuestro portero.
Lo peor de todo, es que es muy duro escuchar luego que la culpa fue del portero, pero a lo mejor la culpa era nuestra. No podemos
visualizar a un portero como un fenómeno cuando juega y lo hace bien, y
tacharlo de mal portero cuando se equivoca, en vez de decir porqué y
reflexionar. Puede pasarle algo porque no somos capaces de crearle tareas motivantes que lo ayuden, por un tema extradeportivo, por la dinámica de
la temporada, por muchas cosas, pero nunca podemos pensar que el bueno soy yo y el malo es él.
Para finalizar con la entrada del blog, como siempre me gusta hacer, compartiré con vosotros una frase que invite a reflexionar y nos ayude a enriquecernos un poquito más. Un saludo a todos/as y que tengáis mucho éxito en vuestro fin de semana futbolístico.
Muy interesante el artículo y todo los aspectos y circunstancias que rodean la preparación técnica y física del guardameta. Concluyo con una cuestión. teniendo en cuenta que el fútbol es un deporte de equipo y que todas las líneas son importantes, ¿qué porcentaje le darías a la función del portero con respecto al éxito o fracaso de un equipo? ¿Se podría plasmar en términos numéricos?
ResponderEliminar