Desde hace mucho tiempo se ha escuchado la expresión que los porteros están locos. Estoy totalmente en contra de ese pensamiento y desde mi humilde opinión, considero que los porteros están muy cuerdos, y ahí lo demuestra el puesto, ya que requiere una gran responsabilidad.
Su concentración en cada partido debe ser muy
alta, ya que tiene contactos puntuales con el balón y su error puede costar muy
caro, por tanto, el portero debe saber vivir con su error. La responsabilidad
del portero puede tener una indecencia directa en el resultado del partido. Un
error del portero puede hacer perder un
partido, sin embargo, un error de un atacante puede empatarlo.
Además de concentración, el portero debe poseer
una rapidez en la toma de decisiones, sobretodo
cuando se convierte en el jugador que inicia el ataque de su equipo. La
velocidad del juego en el fútbol cada día es mayor y el portero debe dominar
muchas facetas del juego, debe tener una lectura de juego muy buena y
tácticamente ser muy inteligente.
Otra de las características del portero, es que necesita
tener una gran fortaleza mental para soportar los gritos, comentarios y
cánticos que son cantados por los aficionados para insultarlos, además de los
objetos que son arrojados desde la grada por ser el jugador más cercano a
ellos.
En conclusión, podemos decir que ser portero no
es fácil, implica conocer todas estas cualidades que nos competen y sobretodo
acostumbrarnos a vivir con ellas.
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