EL DESPLAZAMIENTO DEL PORTERO

Los porteros, en edades pequeñas son impulsivos,  ya que ven un balón y empiezan a correr, o se quedan parados. ¿Por qué? porque como no lo han trabajado, no tienen experiencia previa, y no saben cómo ni cuándo deben realizar los desplazamientos.

Normalmente realizarán lo que les viene en mente o lo que les han dicho. El portero en estas edades, no tiene experiencia si el balón va lento, rápido, con rosca. Además, todavía no tiene la capacidad para realizar ese gesto con un movimiento coordinado. 

¿Qué nos puede pasar con un portero que es cadete y se va de vacaciones y vuelve en la pretemporada?

El portero seguramente vendrá con unos centímetros de más, totalmente descoordinado. ¿De quién es la culpa? de nadie. Lo que antes tenía totalmente adquirido en su cuerpo, ahora es totalmente diferente, y por tanto, no lo tiene adquirido. No es lo mismo mover 1.70 que 1.78. Lo que antes era muy sencillo porque lo tenía adquirido en el gesto motriz, ahora tiene una palanca más larga.

¿Lo tienen que trabajar los porteros juveniles y senior? Pues claro, ya que también tienen desplazamientos en los partidos, y además tienen que coordinar los movimientos en función del tipo de gesto. Se puede dar el caso de que el portero en desplazamientos sea lento porque los pasos en la frecuencia no los tiene bien coordinados. Es muy importante tener en cuenta un aspecto. 

Como entrenadores de porteros, lo más seguro es que en algunas ocasiones en las pretemporadas, tengamos que tirar de un paso para atrás para que el portero se vuelva a coordinar, para tener el mismo nivel que tenía antes. Lo más importante de todo esto es la paciencia, para darnos cuenta de lo ocurrido, y ponernos a trabajar en el punto óptimo para ayudarlo. A veces, cometemos ese error, que no nos damos cuenta de ese pequeño matiz, y sobre todo en etapas de formación.

Para finalizar la entrada de hoy, os comparto esta frase y que lleguemos a una mejor conclusión:

"La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces".