- Acciones de alta intensidad: Debemos tener en cuenta que el objetivo no se basa en el volumen sino en la calidad del trabajo. Si el portero trabaja a muy buena calidad e intensidad, tendremos que darle un mayor tiempo de recuperación. Si lo cansamos por no tener descanso, con esto lo que se consigue es que vicie un gesto porque está cansado. En los partidos el portero debe actuar a la máxima intensidad, y a la máxima velocidad sin fatiga.
- Número de sprint: Tenemos que trabajar distintos desplazamientos del portero, pero como máximo a una distancia de 10 metros. No nos sirve un test de un portero de 20 metros. Lo que nos interesa es que el portero sea rápido en la arrancada. Para que se dé un caso en que un portero corra 20 metros, debe estar bien colocado en su línea de la portería de área grande y deba salir a por un balón que esté 5 metros por delante de su línea de medio campo, algo imposible, que se da una vez cada 30 partidos. Por tanto la calidad en el trabajo debemos ajustarla conociendo el juego que trabajamos.
- Duración media de los esfuerzos: entre 1 y 3 y entre 1 y 6. Por eso no se pueden hacer tantas repeticiones, creemos que hemos trabajado bien y el portero acaba muerto.
Con estos datos que soy muy básicos, tenemos que tener en
mente cuando organizamos una tarea, que
contenidos estoy cumpliendo perfectamente y en cuales me estoy equivocando.
¿Por qué ese portero que llega a un club destacando por su agilidad, rapidez,
velocidad explosiva, con el paso del tiempo se va viniendo a menos? No es culpa
del portero sino de nosotros que estamos descontrolando algo, ya que su
evolución natural no ha ido incrementando que sería lo más normal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario